Trastorno del aprendizaje no verbal o TANV

 por Psise: Servicio de Psicología Clínica del Desarrollo. Unidad de Observación y Diagnóstico Funcional.

El trastorno del aprendizaje no verbal (TANV) es un trastorno caracterizado por dficultades primarias en la percepción táctil y visual, en las habilidades de coordinación psicomotriz y en las competencias para tratar con información o procedimientos nuevos. Como consecuencia de estas alteraciones, pueden aparecer dificultades en el aprendizaje, en las funciones ejecutivas (formación de conceptos, resolución de problemas, razonamiento abstracto y velocidad de procesamiento de la información) y también a nivel emotivo-relacional (Rigau-Ratera, 2004).

Las personas con TANV (en inglés NVLD “Nonverbal Learning Disabilities”) presentan generalmente habilidades verbales y competencia intelectual adecuada, aunque con dificultad para comprender el contexto, dificultades académicas, dificultades en la percepción de la comunicación no verbal (problemas para la interpretación de gestos y expresiones faciales, contacto físico, etc.), y en la compresión del significado básico de aspectos no verbales cotidianos (Johnosn y Myklebust, 1971; Rourke, 2002;  Gross-Tsur et al., 1995; Voeller, 1986; Gaddes, 1985; Harnadek y Rourke, 1994).

A pesar de que se trata de un trastorno que aún no se ha incluido en las clasificaciones diagnósticas internacionales actuales (DSM-V, CIE-11), algunos investigadores han señalado algunas de las manifestaciones clínicas más significativas del TANV  (Harnadek y Rourke, 1994) :

  1. Déficits perceptivo-táctiles bilaterales (normalmente más marcados en el lado izquierdo del cuerpo).
  2. Dificultades bilaterales de coordinación psicomotriz (normalmente más marcadas en el lado izquierdo del cuerpo).
  3. Déficit en competencias visuales, espaciales y de organización.
  4. Dificultades en la resolución de problemas no verbales, formación de conceptos, comprobación de hipótesis.
  5. Dificultades en el manejo de relaciones causa-efecto y en la apreciación de incongruencias.
  6. Dificultad en la adaptación y uso del feedback ambiental en situaciones nuevas o complejas. Tendencia a la dependencia excesiva en dichas situaciones, concluyendo en conductas inapropiadas o inmaduras.
  7. Diferencia en la mecánica aritmética en comparación con la competencia lectora (reconocimiento de palabras) y ortografía.
  8. Trastornos del lenguaje caracterizados por escasa pragmática psicolingüística. Prosodia del discurso escasa o ausente.
  9. Déficits significativos en las competencias relacionadas con la percepción, juicio e interacción social. Marcada tendencia al aislamiento que aumenta conforme avanza en el desarrollo.

Funciones hemisféricas

El TANV se ha relacionado con una alteración en las funciones asignadas al hemisferio derecho,más asociadas a aspectos visoespaciales, con una relativa preservación de las funciones lingüísticas (Rourke et al., 1988, 2002a, 2002b; Drummond et al., 2005), desembocando en un perfil en el que se combinan habilidades y dificultades en distintas áreas.

A pesar de que ambos hemisferios cerebrales tienden a trabajar de forma conjunta, existen diferencias en el procesamiento de la información entre ambos (Garcia-Nonell et al., 2006). De esta manera, en los trastornos de aprendizaje relacionados con el hemisferio izquierdo se han observado dificultades principalmente relacionadas con las funciones lingüísticas, mientras que en los casos en que se relacionan con el hemisferio derecho se han señalado dificultades de orientación espacial, comprensión del lenguaje no verbal y dificultades en la interacción social(Rourke, 1987, 1988).

El hemisferio derecho desempeña un papel relevante en el mantenimiento de la atención, procesamiento de información visoespacial e información verbal con mediación de elementos visoespaciales, el procesamiento de material verbal con componente emocional y en los procesos de inferencia en tareas lingüísticas (Rigau-Ratera et al., 2004, Malone, Kershner y Swanson, 1994, Kaplan et al., 1990).

En cuanto a los aspectos sociales y emocionales, las dificultades asociadas al TANV probablemente se relacionan con dificultades en el procesamiento de información no verbal y espacial, causantes de dificultades y malas interpretaciones de señales sociales más sutiles y generalmente relacionadas con la comunicación no verbal. Como consecuencia, las personas con TANV pueden experimentar dificultades en la comprensión de expresiones, gestos y tonos de voz. Todo ello incrementa el riesgo de dificultades en la interacción y aislamiento social.


Rendimiento académico en TANV

La mayoría de niños con TANV manifiestandificultades en las funciones instrumentales(lenguaje, praxia, psicomotricidad, competencias visuoespacilaes y constructivas, reconocimiento de objetos, personas, etc.). Presentan lenguaje fluido, aunque éste es a menudo aprosódico y con contenido escaso. El nivel lector suele ser adecuado, con buenas competencias para la mecánica lectora, sin embargo, suelen presentarse dificultades de comprensión y también son comunes signos de disgrafía en tareas de escritura libre (Riga-Ratera et al., 2004). Tomando en consideración las dificultades de base, en la etapa escolar los niños con TANV se exponen a una mayor probabilidad de presentar dificultades en tareas de:

    • Tareas manipulativas (dibujar, pintar…).
    • Reconocimiento y copia de letras y números.
    • Numeración.
    • Resolución de problemas y cálculo operacional.
    • Interpretación lingüística del espacio, diferenciación parte-todo y relaciones causa-efecto.
    • Nombrar la hora, reconocer los días de la semana o meses del año
    • Adquisición del concepto de dinero y del sistema métrico.

A pesar de las dificultades iniciales, los niños con TANV pueden realizar grandes progresos a través de la práctica y la repetición, desarrollando en muchos casos competencias en niveles más adecuados a la edad.


TANV vs Síndrome de Asperger

Uno de los aspectos que definen al Síndrome de Asperger (un tipo de Trastorno del Espectro del Autimos) son las dificultades de interacción social (APA, 2000), que se expresan en la comunicación reciproca o un uso infrecuente del lenguaje (Klin et al., 2000). También se presentan patrones de intereses restringidos y estereotipados, dificultad en compartir actividades u objetos placenteros y una adherencia inflexible a rutinas o rituales (APA, 2000). A menudo, detrás de las dificultades sociales en este síndrome se encuentra una mala interpretación de las intenciones sociales, conducente a malentendidos y al aislamiento, de forma particular en las interacciones sociales novedosas y/o inesperadas (Adolphs et al., 2001)

En el TANV también se han señalado dificultades en la percepción social (Forrest, 2007; Myklebust, 1975). En concreto, las personas con TANV presentan dificultades en la identificación de expresiones faciales y gestos (Petti et al., 2002), hacer inferencias sociales utilizando el contenido emocional (Worling et al., 1999) y procesar claves sociales (Woods et al., 2000).

A pesar de que existen similitudes y aspectos comunes entre ambos trastornos, especialmente en el área de la socialización (Klin et al., 2000), existen diversas áreas que difieren, sugiriendo que ambos trastornos pueden presentar substratos neurológicos diferenciados.

A diferencia de las personas con Síndrome de Asperger, en el TANV se suelen presentar de forma frecuente dificultades en el cálculo y razonamiento matemático, así como también en la comprensión lectora. Además, los niños con TANV tienen mayor probabilidad de experimentar dificultades en las competencias visoespaciales, distinguir la izquierda y la derecha y en la orientación (Forrest, 2007). Por el contrario, los niños con Síndrome de Asperger manifiestan síntomas comportamentales como una mayor necesidad de apegarse a rutinas estrictas, tienen intereses estereotipados y suelen presentar buenos resultados académicos (Ozonoff y Rogers, 2003).


TANV vs. TDAH

Según la definición de Rourke (2002), muchos de los niños con TANV presentan síntomas que pueden conducir a que se les considere hiperactivos en la infancia temprana. La asociación entre Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y trastornos emocionales, las dificultades en las relaciones y la competencia social y las funciones ejecutivas pueden conducir a esta confusiones entre ambos trastornos (Gross-Tsur et al., 1995, Njiokiktjien y Verschoor, 1998; García-Sanchez et al., 1997; Korkman y Pesonen, 1994)

Aunque algunos niños con TDAH pueden presentar dificultades sociales (Barkley, 2005), los déficits se han relacionado con con dificultades de regulación comportamental y en el uso de habilidades sociales, y no con un déficit de conocimiento o comprensión de las mismas (Nijmeijer et al., 2008). Por una parte, se ha señalado que en algunas personas con TDAH pueden existir dificultades en el procesamiento de informacion social, aunque generalmente asociadas a las dificultades atencionales y la impulsividad característica del trastorno (Fine et al., 2008). Por otra parte, debido a sus dificultades de autorregulación, los niños con TDAH son percibidos frecuentemente por sus pares como agresivos, hostiles, controladores y agresivos (Mikami y Hinsghaw, 2003; Mrug et al., 2007).

En el caso del TANV, las dificultades en la interacción social se han asociado generalmente a dificultades en la comprensión de aspectos comunicativos no verbales (Johnosn y Myklebust, 1971; Rourke, 2002;  Gross-Tsur et al., 1995; Voeller, 1986; Gaddes, 1985; Harnadek y Rourke, 1994), y las competencias atencionales y de regulación comportamental no han sido señaladas como áreas característicamente afectadas.


Te Puede Interesar también:

Ansiedad: Por qué es diferente del estrés Por Peg Rosen

Trastorno Específico del Lenguaje TEL sitio https://dianagracee.wordpress.com 

Entender las dificultades del procesamiento sensorial Por El equipo de Understood

Procesos cognitivos: ¿qué son exactamente y por qué importan en Psicología? por Oscar Castillero Mimenza

Entender los trastornos del lenguaje Por El equipo de Understood

 

Referencias

  • Acosta, M.T. (2000). Síndrome del hemisferio derecho en niños: correlación funcional y madurativa de los trastornos del aprendizaje no verbales. Revista de Neurología, 31 (4); 360-367.
  • Adolphs, R., Sears, L. L., y Piven, J. (2001). Abnormal processing of social information from faces in autism. Journal of Cognitive Neuroscience, 13(2), 232–240.
  • American Psychiatric Association. (2000). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4th ed.). Washington: American Psychiatric Association.
  • Barkley, R. A. (2005). ADHD and the nature of self-control. New York City: Guilford.
  • Drummond, C.R., Ahmad, S.A., Rourke, B.P. (2005). Rules for the classification of younger children with NLVD and basic phonological processing abilities. Archives of Clinical Neuropsychology, 20, 171-182.
  • Fine, J. G., Semrud-Clikeman, M., Butcher, B. y Walkowiak, J. (2008). Brief report: attention effect on a measure of social perception. Journal of Autism and Developmental Disorders, 38, 1797–1802.
  • Forrest, B. (2007). Diagnosing and treating right hemisphere disorders. En S. J. Hunter y J. Donders (Eds.), Pediatric neuropsychological intervention. Cambridge: Cambridge University Press. (pp. 175–192).
  • Gaddes, W.H. (1985). Learning disabilities and brain function. New York: Springer-Verlag.
  • Garcia-Nonell, C., Rigau-Ratera, E., Artigas-Pallarés, J. (2006). Perfil neurocognitivo del trastorno de aprendizaje no verbal. Revista de Neurología, 43 (5), 268-274.
  • García-Sánchez, C., Estévez-González, A., Suárez-Romero, E. (1997). Right hemisphere dysfunction in subjects with attention-deficit disorder with and without hyperactivity. Journal of Child Neurology,12; 107-115.
  • Gross-Tsur, V., Shalev, R.S., Manor, O., Amir, N. (1995). Developmental right-hemisphere syndrome: clinical spectrum in the non-verbal learning disability. Journal of Learning Disabilities, 28: 80-6.
  • Harnadek, M.C. y Rourke, B.P. (1994). Principal identifying features of the syndrome of nonverbal learning disabilities in children. Journal of Learning Disabilities, 27; 144-154.
  • Johnson, D.J. y Myklebust, H.R. (1971). Learning disabilities: Educational principles and practices. New York: Grune and Stratton.
  • Kaplan, J.A., Brownell, H.H., Jacobs, J.R., Gardner, H. (1990). The effects of right hemisphere damage on the pragmatic interpretation of conversational remarks. Brain & Language, 38,315-333.
  • Klin, A., Volkmar, F. R., Sparrow, S. S., Cicchetti, B. P., & Rourke, B. P. (2000). Asperger syndrome (1st ed.). New York: Guilford.
  • Korkman, M., Pesonen, A.E. (1994). A comparison of neuropsychological test profiles of children with attention deficit-hyperactivity disorder and/ or learning disorders. Journal of Learning Disabilities, 27; 383-392.
  • Malone, M.A., Kershner, J.R., Swanson, J.M. (1994). Hemispheric processing and methylphenidate effects in attention-deficit hyperactivity disorder. Journal of Child Neurology, 9; 181-9.
  • Mikami, A. Y., & Hinshaw, S. P. (2003). Buffers of peer rejection among girls with and without ADHD: the role of popularity with adults and goal-directed solitary play. Journal of Abnormal Child Psychology, 31, 381–397.
  • Mrug, S., Hoza, B., Pelham, W. E., Gnagy, E. M., y Greiner, A. R. (2007). Behavior and peer status in children with ADHD: continuity and change. Journal of Attention Disorders, 10, 359–371.
  • Myklebust, H. R. (1975). Progress in learning disabilities (Vol. 3). New York: Grune & Stratton.
  • Nijmeijer, J. S., Minderaa, R. B., Buitelaar, J., Mulligan, A., Hartman, C. A., y Hokestra, P. J. (2008). Attention-deficit/hyperactivity disorder and social dysfunctioning. Clinical Psychology Review, 28, 692–708.
  • Njiokiktjien, C.H., Verschoor, C.A. (1998). Attention deficits in children with low-performance IQ: argument for right hemisphere dysfunction. Fiziologiia Cheloveka, 24; 16-22.
  • Ozonoff, S., y Rogers, S. J. (2003). Autism spectrum disorders: A research review for practitioners. En S. Ozonoff, S. J. Rogers, & R. L. Hendren (Eds.), Review of psychiatry (pp. 3–33). Washington: American Psychiatric.
  • Petti, V. L., Voelker, S. L., Shore, D. L., y Hayman-Abello, S. E. (2002). Perception of nonverbal emotional cues by children with nonverbal learning disabilities. Journal of Developmental and Physical Disabilities, 15(1), 23–36.
  • Rigau-Ratera, E., García-Nonell, C. y Arigas-Pallarés, J. (2004). Caracteristicas del trastorno de aprendizaje no verbal.  Revista de neurología, 38 (s.1), S33-S38.
  • Rourke, B.P. (2002). Syndrome of nonverbal learning disabilities: developmental manifestations. New York: Guilford Press.
  • Rourke, B.P. (1988). Syndrome of nonverbal learning disabilities: developmental manifestations in neurological disease, disorder and dysfunction. Clinical Neuropsychology, 2;293-330
  • Rourke, B.P. (1987). Syndrome of nonverbal learning disabilities: the final common pathway of White-matter disease/dysfunction. Clinical Neuropsychology, 3, 209-234.
  • Rourke, B.P., Ahmad, S.A., Collins, D.W., Hayman.Abello, B.A., Hayman-Abello, S.E., Warriner, E.M. (2002). Child clinical/pediatric neuropsychology: some recent advances. Annual Review of Psychology, 53, 309.339.
  • Voeller, K.K.S. (1986). Right hemisphere deficit syndrome in children. American Journal of Psychiatry, 143: 1004-1009.
  • Woods, S. P., Weinborn, M., Ball, J. D., Tiller-Nevin, S. y Pickett, T. C. (2000). Periventricular leukomalacia (PVL): an identical twin case study illustration of white matter dysfunction and nonverbal learning disability (NLD). Child Neuropsychology, 6, 274–285.
  • Worling, D. E., Humphries, T. y Tannock, R. (1999). Spatial and emotional aspects of language inferencing in nonverbal learning disabilities. Brain and Language, 70, 220–239.

Original https://psisemadrid.org/trastorno-del-aprendizaje-no-verbal-o-tanv/