¿Qué es el trastorno del procesamiento sensorial?
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El trastorno del procesamiento sensorial (TPS) es una condición que afecta la forma en que sucerebro procesa la información sensorial (estímulos). La información sensorial incluye cosas que ve, oye, huele, prueba o toca. El TPS puede afectar todos los sentidos, o solo uno. El TPS generalmente significa que es demasiado sensible a los estímulos en comparación con otras personas. Sin embargo, el trastorno también puede causar el efecto contrario. En estos casos, se necesitan más estímulos para que generen un efecto en usted.
Los niños tienen más probabilidades que los adultos de sufrir TPS, pero los adultos también pueden presentar síntomas. En los adultos, es probable que estos síntomas hayan existido desde la infancia. Sin embargo, los adultos desarrollan formas de lidiar con el TPS que les permiten ocultar el trastorno a los demás.
Existe cierto debate entre los médicos acerca de si el TPS es un trastorno diferente. Algunos doctores argumentan que no lo es. Algunos dicen que es un diagnóstico de cosas que podrían explicarse como un comportamiento común en los niños. Otros dicen que algunos niños son muy sensibles. Algunos médicos dicen que el TPS es un síntoma de otros trastornos, como el trastorno del espectro autista, la hiperactividad, el trastorno por déficit de atención, la ansiedad, etc., y no un trastorno en sí mismo. Otros médicos creen que su hijo puede sufrir TPS sin tener otro trastorno. Algunos establecen que está claro que algunos niños tienen problemas para manejar la información sensorial regular (estímulos). Por ahora, el TPS no se reconoce como un diagnóstico médico oficial.
Síntomas del trastorno del procesamiento sensorial
El TPS puede afectar un sentido o múltiples sentidos. Los niños que tienen TPS pueden reaccionar exageradamente a los sonidos, la ropa y las texturas de los alimentos, o pueden reaccionar de manera insuficiente a la información sensorial. Esto hace que anhelen estímulos excitantes más intensos. Algunos ejemplos incluyen saltar desde lugares altos o balancearse demasiado alto en el patio de juegos. Además, los niños con TPS no siempre presentan un síntoma determinado. Pueden ser una mezcla de hipersensibles y poco sensibles.
Los niños pueden ser demasiado sensibles si:
- Piensan que la ropa se siente muy áspera o les pica.
- Piensan que las luces parecen demasiado brillantes.
- Piensan que los sonidos se oyen demasiado fuertes.
- Piensan que los toques suaves se sienten demasiado firmes.
- Experimentar las texturas de los alimentos les provoca náuseas.
- Tienen poco equilibrio o parecen torpes.
- Tienen miedo de jugar en los columpios.
- Reaccionan mal ante movimientos bruscos, toques, ruidos fuertes o luces brillantes.
- Tienen problemas de comportamiento.
A veces, estos síntomas también están relacionados con habilidades motoras deficientes. Su hijo puede tener problemas para empuñar un lápiz o unas tijeras. También pueden tener problemas para subir escaleras o tener un tono muscular bajo. Incluso pueden tener retrasos en el lenguaje.
En niños mayores, estos síntomas pueden causar baja confianza en sí mismos, y pueden conducir al aislamiento social e incluso a la depresión.
Los niños pueden ser poco sensibles (que buscan sensaciones) si:
- No pueden quedarse sentados
- Buscan emociones (les encantan los saltos, las alturas y girar).
- Pueden girar sin marearse.
- No captan las señales sociales.
- No reconocen el espacio personal.
- Mastican cosas (incluidas las manos y la ropa).
- Buscan estimulación visual (como la electrónica).
- Tienen problemas para dormir.
- No reconocen cuándo tienen la cara sucia o si la nariz les gotea.
¿Qué causa el trastorno del procesamiento sensorial?
Los médicos no saben qué causa el TPS. Están investigando un vínculo genético, lo que significa que podría ser hereditario. Algunos médicos creen que podría haber un vínculo entre el autismo y el TPS. Esto podría significar que los adultos que tienen autismo podrían tener más probabilidades de tener hijos con TPS. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas que tienen TPS no tienen autismo.
¿Cómo se diagnostica el trastorno del procesamiento sensorial?
Los padres pueden reconocer que el comportamiento de sus hijos no es típico. Sin embargo, la mayoría de los padres pueden no saber por qué. No tenga miedo de hablar sobre el comportamiento de su hijo con su médico. Su médico puede referirlo a un terapeuta ocupacional. Estos profesionales pueden evaluar a su hijo para detectar si hay evidencia de TPS. Es probable que observe a su hijo interactuar en ciertas situaciones. El terapeuta le hará preguntas a su hijo. Todo esto lo ayudará a hacer un diagnóstico.
¿Se puede prevenir o evitar el trastorno del procesamiento sensorial?
El TPS no se puede prevenir ni evitar porque los médicos no saben qué lo causa.
Tratamiento del trastorno del procesamiento sensorial
El tratamiento generalmente se realiza a través de la terapia. La investigación muestra que comenzar la terapia a tiempo es clave para tratar el TPS. La terapia puede ayudar a los niños a aprender cómo manejar sus desafíos.
Las sesiones de terapia son dirigidas por un terapeuta capacitado. El terapeuta lo ayudará a usted y a su hijo a aprender a sobrellevar el trastorno. Las sesiones se estructuran en función de que su hijo sea demasiado sensible, poco sensible o una combinación de ambos.
Existen diferentes tipos de terapia:
Terapia de integración sensorial (IS). Este tipo de terapia consiste en actividades divertidas en un ambiente controlado. Junto con el terapeuta, su hijo experimenta estímulos sin sentirse abrumado. Su hijo puede desarrollar habilidades de afrontamiento para lidiar con esos estímulos. A través de esta terapia, las habilidades de afrontamiento pueden convertirse en una respuesta regular y cotidiana ante los estímulos.
Dieta sensorial. Muchas veces, una dieta sensorial complementará otras terapias de TPS. Una dieta sensorial no es la dieta típica de alimentos. Es una lista de actividades sensoriales para el hogar y la escuela. Estas actividades están diseñadas para ayudar a su hijo a mantenerse enfocado y organizado durante el día. Al igual que la IS, una dieta sensorial se adapta a las necesidades específicas de su hijo. Una dieta sensorial en la escuela puede incluir:
- Un momento cada una hora en que su hijo podría caminar 10 minutos.
- Un momento dos veces al día en el que su hijo podría columpiarse durante 10 minutos.
- Acceso a auriculares en la clase para que su hijo pueda escuchar música mientras trabaja.
- Acceso a juguetes para aliviar el estrés.
- Acceso a una silla de escritorio con un cordón elástico. Esto le permite a su hijo realizar movimientos con las piernas mientras está sentado en el aula.
Terapia ocupacional. Su hijo también puede necesitar esta terapia para ayudar a aliviar otros síntomas relacionados con el TPS. Puede ayudar con las habilidades motoras finas, como la escritura a mano y el uso de tijeras. También puede ayudar con las habilidades motoras gruesas, como subir escaleras y lanzar una pelota. Puede enseñar habilidades cotidianas, como vestirse y cómo usar los utensilios.
Revise su seguro
Hable con su médico acerca de cómo puede acomodar los servicios de un terapeuta en su seguro de salud. Muchas veces, el seguro no pagará las terapias utilizadas para tratar el TPS. Eso es porque TPS aún no se reconoce como un trastorno oficial.
Vivir con trastorno del procesamiento sensorial
Vivir con TPS puede ser difícil. Los padres de niños con TPS pueden sentirse solos. Es probable que eviten pasear a sus hijos en lugares públicos para evitar la sobrecarga sensorial. Los padres también pueden sentir que necesitan excusas para justificar el comportamiento de sus hijos.
Los adultos que tienen TPS también pueden sentirse aislados. La sobrecarga sensorial puede impedirles salir de la casa. Esto puede dificultar tareas como ir a la tienda o incluso al trabajo.
Los adultos que luchan contra el TPS deben trabajar con un terapeuta ocupacional. El terapeuta puede ayudarlos a aprender nuevas reacciones a los estímulos. Esto puede conducir a lograr cambios en la forma en que manejan ciertas situaciones y resultar en mejor un estilo de vida.
A veces, incluso si el TPS mejora con la terapia o la edad, es posible que nunca desaparezca. Un evento importante en la vida o el estrés pueden desencadenar síntomas.
Preguntas para hacerle a su médico
- ¿Cómo puedo determinar si tengo o si mi hijo tiene TPS?
- Tengo/mi hijo tiene TPS. ¿Qué puedo hacer?
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo pequeño a divertirse en el patio de juegos si tiene TPS?
- ¿Puede mi hijo llevar una vida normal?
- ¿Cómo podría reaccionar mi hijo ante ciertos estímulos?
- ¿El TPS desaparecerá a medida que mi hijo crezca?
- ¿Hay algún medicamento que ayude al TPS?
- ¿Me pueden ayudar a averiguar si mi seguro cubrirá la terapia?
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