Síndrome de Williams y el Cerebro: / por Aldo J. Barbero L. Psicolólogo Clínico. Fundación Nuevo D.I.A. (Desarrollo Integral del Autista) Venezuela / Scientific American; Diciembre de 1997. Pp 42-47.
Traducción Dr. Isabel Carreira. Fundación Nuevo D.I.A.(Desarrollo Integral del Autista).
Dibujo y Descripcion de un Elefante, hecho por una Adolescente con Síndrome de Williams (SW).
¿Qué es un elefante? Es uno de los animales. ¿Y qué hace un elefante? Vive en la jungla; también pueden vivir en el zoológico ¿Y que tiene? Tiene largas orejas grises y abanicantes, orejas que pueden soplar en el viento. Tiene una larga trompa que puede recoger grama o heno. Si están de mal humor, pueden ser tan terrible. Si un elefante se enoja puede embestir; podría atacar. Algunos elefantes pueden atacar. Tienen colmillos grandes y largos. Pueden estropear un carro. Pueden ser peligrosos. Cuando están en un aprieto o de mal humor, pueden ser terribles. Uno no tendría un elefante como mascota. Mejor sería un gato, un perro o un pájaro.
Cuando se le pidió a una adolescente con CI= 49 que dibujara un elefante y dijera lo que sabía acerca de este animal, su dibujo fue casi indescifrable pero su descripción fue asombrosamente rica, casi lírica. Esta joven tiene una habilidad verbal típica de los individuos con SW (Síndrome de Williams), una rara condición que está llamando la atención de los especialistas recientemente. Las personas afectadas generalmente llamadas "gente Williams", no son todos iguales, pero se parecen entre si. Frecuentemente se diagnostican como RM leves o moderados y puntúan por debajo del promedio en las pruebas para CI. Generalmente leen y escriben pobremente y tienen dificultades en la aritmética simple. Sin embargo, muestran asombrosas destrezas en algunas áreas. Generalmente tienen facilidad para el lenguaje oral y el reconocimiento de rostros y, como grupos, tienden a ser empáticos, locuaces y sociables.
Más aún, la evidencia anecdótica muestra que algunos Williams poseen un extraordinario talento musical. Aunque su rango de atención para la mayoría de las tareas es breve, muchos escuchan música, cantan y tocan algún instrumento con una persistencia asombrosa. La mayoría no puede leer partituras, pero tienen un tono perfecto o casi perfecto y un sentido del ritmo misterioso. Un joven aprendió un golpe de tambor extremadamente complejo en tiempo de 7/4 con una mano, mientras tocaba en 4/4 con la otra. Un grupo de ellos retiene melodías complejas durante años, recordando música y letras de canciones muy largas; está el caso de un muchacho que cantaba canciones en 25 idiomas y los Williams con experiencia musical pueden cantar armonías, improvisan y componen líricas rápidamente.
Esta información anecdótica ha conducido al primer estudio sistemático de las habilidades musicales en niños con SW. Los resultados indican que los más jóvenes discriminan bien las melodías y muestran un interés y una respuesta emocional significativamente mayores que los sujetos de la población general. Como dijo uno de los niños evaluados: "La música es mi manera favorita de pensar".
Los investigadores están interesados en el estudio de este síndrome, en parte debido a la sospecha que los altibajos dramáticos en las habilidades de los pacientes afectados, podrán proporcionar una nueva ventana para la observación de la organización y adaptabilidad del cerebro normal. Algunos están tratando de señalar las propiedades características influyen del cerebro Williams y determinar cómo esas características la ejecución en la inteligencia y otras funciones. Al mismo tiempo se están tratando de descubrir las anomalías genéticas responsables de SW.
En 1993 se supo que el trastorno es causado por la pérdida de una pequeña porción de una de las dos copias del cromosoma 7, presente en cada célula del cuerpo. Esta pieza contiene 15 o más genes. En la medida en que se identifican los genes perdidos, los científicos pueden comenzar a determinar cómo su ausencia conduce a las características neuroanatómicas y conductuales observadas. Esta evaluación integrada de SW puede transformarse en un modelo para explorar como los genes afectan tanto el desarrollo como la función cerebral. El análisis de los genes en la región de delección explica por que los pacientes con SW presentan comúnmente algunas dolencias físicas; también se constituye en un medio de evaluación prenatal que ayuda en el diagnostico temprano de una manera tal que los niños afectados pueden ser ayudados, desde la infancia, a desarrollar al máximo su potencial; la falta de familiaridad con el SW en los círculos médicos y la carencia de evaluaciones apropiadas han impedido el diagnostico temprano en el pasado.
Aunque el SW, que tiene una frecuencia de 1 en 20.000 nacimientos a nivel mundial, ha despertado mayor atención últimamente, no es en forma alguna una enfermedad nueva. Una investigación realizada por Lenhoff sugiere que la gente Williams fue la inspiración para algunas leyendas antiguas acerca de elfos, duendes y otros personajes diminutos.
Sin embargo, la comunidad médica le ha dedicado atención solo en los últimos 40 años En 1961, J.C.P Williams, un cardiólogo de Nueva Zelanda, notó que una sub población de sus pacientes compartían características comunes. Más allá de tener problemas cardiovasculares, también presentaban rasgos faciales "élficos" (nariz respingona y poca barbilla) y parecían ser RM. La patología cardíaca frecuentemente observada, incluía murmullo cardíaco y estrechamiento de los grandes vasos. La gente Williams sufría particularmente de estenosis supravalvular aortica (SVAS), lo cual es una constricción de leve a severa de la aorta.
Desde esa fecha, los especialistas han descrito estas características, algunas de las cuales pueden verse al inicio de la vida. En la infancia los bebés pueden tener dificultades para alimentarse, dolores estomacales, estreñimiento y hernias. Pueden ser irritables con cólicos frecuentes y dificultades para dormir, lo cual podría ser causado por otro signo frecuente: cantidades elevadas de Calcio en sangre. A medida que crece la voz se hace ronca y muestran desarrollo enlentecido físico y mental. Comienzan a caminar a una edad promedio de 21 meses, frecuentemente en los talones y usualmente son torpes y desmañados toda la vida, también está alterada la motricidad fina. Son además muy sensibles al ruido, generalmente de menor estatura que el promedio y parecen envejecer prematuramente (por ejemplo, tienen canas y arrugas relativamente pronto).
Esta descripción comenzó abrir el camino para la comprensión genética hace unos 4 años; en parte, gracias a un estudio de SVAS en personas que no tenían SW. En 1993 Amanda K. Ewart y Mark T. Keating, de la Universidad de Utath; Collen A. Morris de la Universidad de Nevada y otros colaboradores, descubrieron que para un segmento de esta población, la SVAS provenía de una mutación heredada en una copia del gen que da origen a la elastina, una proteína que proporciona elasticidad a muchos órganos y tejidos, tales como las arterias, los pulmones, intestinos y la piel.
Los genes perdidos han sido identificados:
Una vez advertidos que la SVAS es común en la gente con SW y que tanto los pacientes con Williams, como los pacientes con SVAS presentaban alteraciones en los órganos que requieren elasticidad, los investigadores se preguntaron si el SW también involucraba algún cambio en el gen de la elastina. Con bastante certeza, determinaron que el gen era una deleción de una de las dos copias del cromosoma 7 en la célula. Hoy se sabe que la deleción del gen ocurre en aproximadamente 95% de los pacientes con SW. La pérdida es nociva, presumiblemente debido a que ambas copias del gen se necesitan para producir cantidades adecuadas de la proteína elastina.
Los investigadores sabían que una reducción en la elastina podría contribuir a varias características físicas del SW (tales como SVAS, hernias y arrugas prematuras) pero no podría ser responsable, por sí misma, de las características conductuales. Después de todo, los primeros sujetos quienes solo tenían SVAS, sin deterioro cognitivo, deberían haber tenido también un bajo CI si una disminución de baja elastina pudiese producir todos los síntomas del SW. Esta información los llevó a sospechar que habrían más genes afectados. El examen directo de los cromosomas de los pacientes con SW indicó que la región escindida del cromosoma 7 se extendía y probablemente abarcaba otros genes.
Ahora se conocen mucho de estos genes. Hay 3 de ellos (LIM-Kinasa 1, F2D3 y WSCR1) que tienen actividad en el cerebro, una señal de que podrían influenciar el desarrollo y la función cerebral. Aun se desconocen las actividades específicas de sus proteínas codificadas, aunque Ewart y Col, han propuesto que la LIM-Kinosa1 (que invariablemente se delecciona con el gen de elastina) puede estar relacionada con la habilidad para comprender las relaciones espaciales. Este rol podría explicar por que los pacientes con Williams tienen dificultades para dibujar de memoria objetos simples y comunes. Otro gen del área escindida RFC2, especifica una proteína relacionada con la replicación del ADN, pero no se ha establecido su contribución al SW.
La comprensión genética del SW está aún incompleta; sin embargo, el descubrimiento de la deleción en el Cromosoma 7 ha conducido a algunas recompensas prácticas. El hecho que la delección ocurra en todas las células del cuerpo del paciente con SW habla a favor de que la condición no tiene causalidad con algo ocurrido durante el embarazo. El trastorno se origina en un espermatozoide o un óvulo que azarosamente, sufre una pérdida de genes del Cr 7 antes de la donación de sus cromosomas a la formación del embrión. Esta información nos dice también que los gemelos sanos de un SW tienen su copia del Cr7, sin delecciones, por tanto, cualquier hijo de esa pareja tienen las mismas posibilidades de adquirir el SW. Finalmente, la técnica microscópica que mostró originalmente la delección del gen de elastina (hibridización fluorescente in situ o FISH), ahora ha sido adoptada para ser utilizada como una herramienta diagnóstica.
Emerge un perfil cognitivo:
El trabajo en la genética del SW está completando los esfuerzos para especificar las características neurobiológicas del trastorno. Esta investigación, que hoy involucra a varios laboratorios se inició hace 15 años, cuando Bellugi respondió una llamada telefónica, tarde en la noche, en su laboratorio de estudios biológicos Salk en la Jolla, California. El sujeto sabía que Bellugi investigaba los basamentos neurobiológicos del lenguaje y creía que el caso de su hija, quien tenía SW, podría interesarle al grupo de Salk. La niña, entonces de 13 a, tenía un CI de 50 y se consideraba retardada mental. En concordancia con este perfil, leía y escribía a un nivel de 1er grado. Sin embargo, hablaba primorosamente.
Entonces como ahora los científicos han tenido dificultades para distinguir los procesos mentales que controlan el lenguaje de aquellos que controlen el razonamiento, debido a que en la población general la cognición y el lenguaje van de mano. La dicotomía observada en la niña de 13 a sugiere que el estudio de los pacientes con SW podrían ayudar a separar estos procesos.
Bellugi estuvo de acuerdo en conocer a la niña y verla regularmente. Comenzó a revisar literatura relacionada con los déficits y las habilidades cognitivas de los pacientes con Williams pero solo encontró generalidades. Antes de tener la esperanza de descubrir las áreas del cerebro y los procesos neurológicos responsables de las características cognitivas únicas del SW, necesitaría obtener un perfil distintivo de los rasgos que diferencian esta población de otras. Para esto, Bellugi y Cols. comenzaron a desarrollar test para habilidades específicas y comparar los puntajes del SW tanto para la población general como en otro grupo con deterioro cognitivo: el síndrome de Down (SD).
Los investigadores evaluaron poblaciones de adolescentes igualados por sexo, edad y CI (el CI del SW va de 40 a 100 con una media de 60). Inicialmente, el grupo observó que los sujetos con Williams, en contraste con su ejecución pobre en el total de las pruebas para habilidad cognitiva, usaban comúnmente una gramática bien estructurada en su lenguaje espontáneo. En general, su ejecución fue significativamente mejor que el grupo con SD en todas las tareas de comprensión gramatical y producción.
Muchos hicieron bien la tarea relativamente compleja de construir lo que en inglés se denomina "question tag" (pregunta añadida). Por ejemplo: "A Leslie le gusta el pescado", añadir la pregunta: "¿No le gusta?". La persona evaluada debía tomar la afirmación inicial (a Leslie le gusta el pescado). Luego añadir un verbo auxiliar conjugado, hacer la negación y contracción (en inglés she doesn't... / a ella no le gusta...) para luego invertir el orden de las palabras y construir el "question tag ("...doesn't she?).
El grupo de Salk también encontró que los sujetos con Williams tenían frecuentemente un vocabulario mucho mejor de lo esperado para su edad mental. Cuando se les pedía que hicieran una lista de animales, frecuentemente escogían ejemplos exóticos como Yak, chihuahua, ibis, condor, unicornio, en lugar de apegarse a palabras fáciles y conocidas.
Además de tener un vocabulario rico, los sujetos con SW, tendían a ser más expresivos aún que los niños normales. Esta animación fue demostrada sorprendentemente cuando a los niños con Williams se les pidió que hicieran una historia para una serie de láminas sin textos. A medida que contaban la historia alteraban el volumen, la entonación, alargaban las palabras o cambiaban el ritmo para resaltar el tono emocional de la historia. Igualmente, le añadían dramatismo para enganchar a la audiencia ("y de repente: ¡plaf!", "y entonces "¡buum!" , "recorcholis"), cosa que en ningún caso hacían los niños con SD. Lamentablemente, el don de la sociabilidad y el parloteo que tienen los niños con Williams; puede hacer que los maestros piensen erróneamente que estos niños tienen mejores habilidades para el razonamiento y en ese caso no le brindan el apoyo académico que necesitan.
Una posible explicación para la buena ejecución verbal de estos individuos, sería que su defecto cromosómico, en contraste con el SD, puede uno interferir significativamente ciertas facultades que apoyan al proceso del lenguaje. Otros investigadores, por ejemplo, han reportado que la memoria a corto plazo para los sonidos del lenguaje o "memoria fonológica" (que parece asistir a la comprensión y aprendizaje del lenguaje), está relativamente conservada en los sujetos con Williams.
Estudios recientes en Italia y Francia sugieren que la morfología del lenguaje (la parte de la gramática que incluye la conjugación verbal, el género y la pluralización), no está completamente conservada en los Williams. (El Italiano y el Francés son idiomas mucho más ricos en morfología que el inglés). Este descubrimiento implica que en el cerebro del SW existen regiones preservadas, hay una memoria acorto plazo para sonidos del lenguaje que se mantiene intacta y apoya muchas aptitudes verbales pero esto no es suficiente para el dominio total del lenguaje.
En contraste con un desempeño generalmente bueno en las pruebas verbales, los sujetos con SW se desempeñan pobremente en tareas que incluyen procesamiento visual, tales como copias de figuras, pero generalmente procesan en tales tareas de una manera diferente a los pacientes con SD; esto sugiere que los déficits en ambos grupos pueden originarse en áreas diferentes del cerebro. Por ejemplo los pacientes con SW, al igual que los pacientes que han sufrido un ACV (accidente cerebro vascular) en el hemisferio cerebral derecho, pueden discriminar los componentes de una imagen pero fracasan al apreciar la figura total (la gestalt). Sin embargo, los pacientes con SD, pueden percibir la organización global pero pasan por alto los detalles, tal como aquellas personas que han sufrido ACVS hemisferio izquierdo.
En cierta forma, el perfil general que muestran los diferentes test cognitivos, implica que el defecto cromosómico en el SW, "evita" al hemisferio izquierdo (la región más importante para el lenguaje en la memoria de las personas) y afecta al hemisferio derecho (el más viso-espacial). Sin embargo, la expresividad emocional de los pacientes con Williams (aunque se debería considerar una función localizada en el hemisferio derecho) y algunos otros hallazgos, crean duda sobre una visión tan simplista. Los pacientes con SW reconocen y discriminan entre fotografías de nosotros que no le son familiares (una tarea del hemisferio derecho) de manera notoriamente buena. De hecho, se desempeñan tan bien como lo haría un adulto en la población general.
El grupo de Salk examinó cerebros con RM (resonancia magnética) y autopsia, concluyendo que la delección cromosómica del SW afecta al cerebro de una forma más compleja. Parecieran producirse cambios anatómicos (tales como agrupaciones anómalas de neuronas visuales) que conllevan a déficits en las habilidades viso-espaciales. El defecto cromosómico parece extender una red que incluye estructuras del lóbulo frontal, del temporal y del cerebelo. Esta red preservada podría entonces servir como un andamio neuroanatómico para las habilidades del lenguaje inesperadamente fuentes de los pacientes con Williams.
Para ser más específicos, los estudios neuroanatómicos indican que el volumen cortical total, tanto en el SD como en el SW, es menor que el de sujetos controles sanos, pero los volúmenes de las regiones individuales difieren entre los dos grupos. Por ejemplo, los lóbulos frontales y la región lumbica del lob. Temporal están más conservadas en los pacientes con Williams. El sistema límbica, que también incluye otras estructuras, es importante para actividades cerebrales que involucran memoria y emociones; la conservación indemne de la región límbica podría explicar por que los sujetos con SW son tan expresivos y empáticos.
El análisis del cerebelo descubrió aún mayores diferencias entre los grupos con SW y SD. Mientras que su volumen era más pequeño en SD, en SW era normal y en los pacientes con SW el neocerebelo (considerado evolutivamente como la región más joven del cerebelo) era igual o mayor que en los sujetos controles normales y menor en pacientes con SD.
El hallazgo de un neocerebelo conservado en el SW es particularmente intrigante cuando se ubica en el contexto de otras investigaciones. Hasta hace poco se pensaba que el cerebro estaba relacionado principalmente con el movimiento, pero Steven E. Petersen y sus colegas de la Universidad de Washington han demostrado que el neocerebelo se activa cuando el sujeto trata de pensar en un verbo que se acomode a un sustantivo dado (ej: "sentarse" en "silla"). Más aún, evaluaciones de pacientes con daño cerebelar, muestran déficits en la función cognitiva y no solamente en las habilidades motoras. Algunos anatomistas han reportado que el noecerebelo se comunica ampliamente con una parte de la corteza frontal que, en común con el neocerebelo es mayor en humanos que en primates.
Dado que los humanos tienen lenguaje hablado y los primates no, algunos observadores han propuesto que el neocerebelo y la región conectada de la corteza frontal, evolucionan juntas para apoyar el procesamiento fluido del lenguaje y podría estar bajo el control de los mismos genes. La relativa conservación de la corteza frontal y el alargamiento del neocerebelo en el SW, unidos a la fluidez del lenguaje, conlleva a considerar
el planteamiento anterior válido y a la idea que el cerebelo juega un papel importante en el procesamiento del lenguaje.
Análisis anatómicos recientes han identificado características adicionales y podrían ayudar a explicar el aparente talento musical de los sujetos con Williams. La corteza auditiva primaria (localizada en el lob. Temporal) y la región auditiva adyacente, el planum temporal (importante tanto para el lenguaje como para la musicalidad), están aumentados proporcionalmente en los pocos cerebros de pacientes con SW examinados hasta ahora. Además el palno temporal está normalmente más extendido en el hemisferio izquierdo que el derecho, pero en algunos pacientes con SW la región izquierda es inusualmente grande, en alguna medida característica de los músicos profesionales. Estos hallazgos engranan con las observaciones de Audrey don de la Universidad de Windsor en Ontario, la investigadora que llevó a cabo los primeros estudios de la habilidad musical de los pacientes con SW. Ella concluyó que la percepción intacta de los patrones auditivos puede ser responsable, en gran parte, de las habilidades musicales y de lenguaje que observamos en los SW, una observación que implica que las estructuras cerebrales relacionadas también deberían estar intactas.
Las evaluaciones fisiológicas que comparan la actividad eléctrica del cerebro de pacientes con Williams con individuos controles durante la ejecución de tareas específicas, ofrecen mayor información acerca del desarrollo cerebral. Por ejemplo: ante estímulos gramaticales, los sujetos normales muestran una mayor actividad en el hemisferio izquierdo que el derecho, tal como se esperaría para tareas de lenguaje, pero los sujetos con Williams muestran respuestas simétricas en ambos hemisferios, una señal de que no ha ocurrido la especialización típica del lenguaje del hemisferio izquierdo. Más aún, mientras que los adultos normales generalmente muestran mayor actividad del hemisferio derecho que del izquierdo cuando procesan imágenes de rostros, las personas con SW muestran el patrón opuesto. Tal trabajo favorece la posibilidad de que cuando el proceso normal de desarrollo se altera, el cerebro frecuentemente distribuye responsabilidades, formando nuevos circuitos para realizar las funciones de los que están alterados.
Las investigaciones en el SW están comenzando, pero ya están ayudando a clasificar la organización del cerebro. También contribuyen para que los investigadores vean a los retardados mentales con un nuevo enfoque. Los estudios del SW han demostrado que bajos CI pueden enmascarar la existencia de otras capacidades importantes y esto podría advertirnos acerca de otros llamados RM, que podrían tener potencialidades ocultas esperando ser descubiertas, si solo los investigadores y la sociedad se tomaran el trabajo de buscarlos y cultivarlos.
El SW: ¿Fuente de inspiración para algunas leyendas de duendes?.
Las leyendas de muchas culturas describen "pequeños seres" mágicos, como duendes, elfos, gnomos, trols, y otras hadas. Un número de similitudes físicas y conductuales sugieren que por lo menos algunas hadas de los primeros cuentos fueron copiados de personas que tenían SW. Tal afirmación se sostiene en la teoría de los historiadores de que una buena cantidad del folklore y la mitología está basada en la vida real.
Las características faciales de los individuos con Williams se describen frecuentemente como semejantes a un duende. En común con los duendes del folklore y el arte, los pacientes con SW tienen pequeñas narices respingonas, un puente nasal deprimido, ojos saltones, orejas ovales y bocas grandes de labios carnosos, acentuados por una pequeña barbilla. De hecho, estas características son tan comunes que los niños con SW lucen más parecidos entre si que con otros familiares. El síndrome también se acompaña de un desarrollo y crecimiento enlentecidos, que hace que la mayoría de ellos sean relativamente pequeños.
Los "diminutos personajes mágicos" de diferentes cuentos son frecuentemente músicos o cuentacuentos. Se dice que las hadas "repiten las canciones que han escuchado" y pueden "encantar" a los humanos con sus melodías. También podría decirse los mismo de las personas con SW, que a pesar de tener CI subnormales, generalmente muestran habilidades para la narración y talento musical. (Las largas orejas puntiagudas generalmente asociadas con hadas y duendes podrían representar simbólicamente la sensibilidad de estos individuos míticos y de las personas con SW, para la música y los sonidos en general).
Como grupo, los pacientes con SW son amorosos, fieles, cariñosos y extremadamente sensibles a los sentimientos de los demás. Igualmente, se dice que las hadas son bondadosas y de almas generosas. Finalmente, los SW, tal como las hadas de las leyendas, necesitan del orden y la predictibilidad. En los individuos con Williams esto se demuestra como una adherencia rígida a la rutina diaria y una necesidad constante de conocer los planes a futuro.
En el pasado, los cuentacuentos crearon leyendas acerca de seres imaginarios que ayudaban a entender los fenómenos desconocidos, en donde quizás incluyeron a los individuos con características físicas y conductuales de los SW. Hoy en día, los investigadores dirigen su atención a estas personas en un intento de entender lo desconocido, con la esperanza de descifrar los secretos del funcionamiento cerebral.
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