El TDAH en niños

Escrito por el personal de Mayo Clinic

 

Descripción general

El trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno crónico que afecta a millones de niños; a menudo, continúa en la adultez. El TDAH involucra una combinación de problemas persistentes, como una dificultad para mantener la atención, hiperactividad y conductas impulsivas.

 

Es posible que el niño con TDAH también lidie con una autoestima baja, relaciones problemáticas y un desempeño deficiente en la escuela. A veces, los síntomas disminuyen a medida que el niño crece. Sin embargo, algunas personas nunca superan completamente los síntomas del TDAH. De todos modos, ellos pueden aprender estrategias para tener éxito.

A pesar de que el tratamiento no curará el TDAH, puede ser de gran ayuda para superar los síntomas. El tratamiento típicamente incluye medicamentos e intervenciones conductuales. Si se diagnostica y se trata de manera anticipada, el resultado puede ser mucho mejor.

 

Síntomas

Las características principales del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) son la falta de atención y las conductas impulsivas e hiperactivas. Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años de edad y, en algunos niños, es posible que sean notorios desde los 3 años de edad. Los síntomas del TDAH pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar en la adultez.

El TDAH ocurre con mayor frecuencia en varones que en mujeres, y las conductas pueden ser diferentes en niños y en niñas. Por ejemplo, los niños suelen ser más hiperactivos y las niñas tienden a ser distraídas en silencio.

Existen tres subtipos de TDAH:

  • Predominantemente distraído. La mayoría de los síntomas están relacionados con la falta de atención.
  • Predominantemente hiperactivo-impulsivo. La mayoría de los síntomas están relacionados con la hiperactividad y la impulsividad.
  • Combinado. Es el tipo más frecuente en los EE. UU.; es una combinación de los síntomas de falta de atención y los síntomas hiperactivos e impulsivos.

Falta de atención

Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes características:

  • No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares
  • Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos
  • Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente
  • Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares
  • Tiene problemas para organizar tareas y actividades
  • Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar
  • Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices
  • Se distrae fácilmente
  • Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar

Hiperactividad e impulsividad

Un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e impulsividad a menudo presenta las siguientes características:

  • Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento
  • Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones
  • Está en constante movimiento
  • Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas
  • Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas
  • Habla demasiado
  • Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas
  • Tiene dificultades para esperar su turno
  • Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas

Otras cuestiones

Además, un niño que tiene TDAH tiene:

  • Síntomas durante seis meses como mínimo
  • Varios síntomas que perjudican la actividad escolar, la vida familiar o las relaciones en más de un entorno, por ejemplo, en el hogar y en la escuela
  • Conductas que no son normales en niños de la misma edad que no padecen TDAH

Conducta normal en comparación con el TDAH

La mayoría de los niños sanos son distraídos, hiperactivos o impulsivos en algún momento. Es normal que los niños en edad prescolar tengan una capacidad de atención acotada o que no sean capaces de atender una actividad durante mucho tiempo. Incluso en niños más grandes o en adolescentes, la capacidad de atención depende del nivel de interés.

Lo mismo vale para el caso de la hiperactividad. Los niños pequeños naturalmente son muy activos; a menudo, siguen llenos de energía mucho después de haber agotado a sus padres. Además, algunos niños naturalmente tienen un nivel de actividad más alto que otros. Los niños nunca deben categorizarse como niños con TDAH solo por ser diferentes a sus amigos o hermanos.

Es probable que los niños que tienen problemas en la escuela, pero que se comportan bien en el hogar o con los amigos lidien con algo distinto al TDAH. Lo mismo vale para el caso de los niños que son hiperactivos o distraídos en el hogar, pero cuyo trabajo escolar y amistades no se ven afectados.

Cuándo consultar al médico

Si estás preocupado porque piensas que tu hijo manifiesta signos del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), consulta con el pediatra o el médico de cabecera. Tu médico puede derivarte a un especialista, pero es importante realizar una evaluación médica primero para verificar si existen otras posibles causas de las dificultades de tu hijo.

Causas

Aunque no está clara la causa exacta del TDAH, continúan los esfuerzos de investigación. Algunos factores que pueden influir en el desarrollo del TDAH son los siguientes:

  • Genética. EL TDAH puede ser hereditario, y los estudios indican que los genes desempeñan un papel fundamental.
  • Ambiente. Determinados factores ambientales, como la exposición al plomo, pueden aumentar el riesgo.
  • Desarrollo. Los problemas en el sistema nerviosos central en momentos clave del desarrollo pueden desempeñar un papel fundamental.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden incluir:

  • Parientes consanguíneos, como un padre o hermano, con TDAH u otro trastorno de salud mental
  • Exposición a toxinas ambientales: como plomo, que se encuentra principalmente en pinturas y cañerías en edificios antiguos
  • Consumo de drogas, alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo
  • Nacimiento prematuro

Aunque muchos sospechan del azúcar como causante de la hiperactividad, no existen pruebas confiables al respecto. Muchos problemas en la infancia pueden causar dificultades para mantener la atención, pero eso no es lo mismo que el TDAH.

Complicaciones

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad puede hacer difícil la vida de los niños. Los niños con déficit de atención e hiperactividad:

  • A menudo deben vencer muchas dificultades en clase, lo que puede dar como resultado el fracaso académico y que otros niños y adultos los juzguen.
  • Tienden a tener más accidentes y lesiones de todo tipo que los niños que no padecen déficit de atención e hiperactividad
  • Tienden a tener una mala autoestima
  • Son más propensos a tener problemas para interactuar con pares y adultos, y para ser aceptados por ellos.
  • Corren un riesgo mayor de consumir alcohol y drogas y de asumir otros comportamientos delictivos

Afecciones coexistentes

El trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no causa otros problemas psicológicos ni de desarrollo. Sin embargo, los niños con TDAH son más propensos que otros a presentar también afecciones como:

  • Dificultades de aprendizaje, tales como problemas de entendimiento y comunicación
  • Trastornos de ansiedad, que pueden ocasionarles tristeza abrumadora, nerviosismo
  • Depresión, que se presenta frecuentemente en niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad
  • Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, caracterizado por la irritabilidad y por problemas para tolerar la frustración
  • Trastorno de oposición desafiante, generalmente definido como un cuadro de comportamiento negativo, desafiante y hostil para con las figuras de autoridad
  • Trastorno de la conducta, caracterizado por un comportamiento antisocial, tal como robar, pelear, destruir propiedad ajena y dañar a personas o animales
  • Trastorno bipolar, que comprende depresión y comportamiento maníaco
  • Síndrome de Gilles de la Tourette, un trastorno neurológico caracterizado por tics musculares o vocales repetitivos

Prevención

Cómo ayudar a reducir el riesgo de tu hijo de padecer el TDAH:

  • Durante el embarazo, evita todo lo que pueda dañar el desarrollo fetal. Por ejemplo, no bebas alcohol, no uses drogas recreativas y no fumes.
  • Protege a tu hijo de la exposición a sustancias contaminantes y toxinas,incluidos el humo del cigarrillo y la pintura con plomo (presente en algunos edificios viejos).
  • Limita el tiempo frente a la pantalla. Aunque aún no está demostrado, puede ser prudente para tus hijos evitar demasiada exposición frente a la televisión y los videojuegos durante los primeros cinco años de vida.

Cómo reducir los problemas o las complicaciones si tu hijo padece el TDAH:

  • Sé consecuente, establece límites y consecuencias claras para el comportamiento de tu hijo.
  • Arma una rutina diaria para tu hijo con expectativas claras que incluyan cosas como horarios de acostarse, horarios matinales, horarios de comida, actividades simples y televisión.
  • Evita cargarte de tareas cuando estés hablando con tu hijo, realiza contacto visual cuando le des instrucciones, y guárdate algunos minutos todos los días para elogiar a tu hijo.
  • Trabaja con profesores y personas responsables del cuidado para identificar problemas en forma temprana a fin de disminuir el impacto del trastorno en la vida de tu hijo.

Diagnóstico

En general, un niño no debe recibir un diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad a menos que los síntomas principales del TDAH se presenten en los primeros años de vida, antes de los 12, y generen problemas significativos en la escuela y en casa, de manera continua.

 

No existe una prueba específica para el TDAH, pero el diagnóstico probablemente incluya:

  • Un examen médico para descartar otras causas posibles para los síntomas
  • Recopilación de información, como todos los problemas médicos actuales, los antecedentes médicos personales y familiares, y los registros escolares
  • Entrevistas o cuestionarios para familiares, profesores del niño u otras personas que lo conozcan bien, como niñeras y entrenadores
  • Criterios sobre el TDAH del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría)
  • Escalas de calificación del TDAH para ayudar a recopilar y evaluar la información sobre tu hijo

Cómo diagnosticar TDAH en niños pequeños

Si bien los signos del TDAH a veces pueden aparecer en niños en edad preescolar o incluso más pequeños, diagnosticar el trastorno en niños muy pequeños es difícil. Esto se debe a que a veces se confunde el TDAH con los problemas del desarrollo, tales como los retrasos del lenguaje.

Por lo tanto, es más probable que los niños en edad preescolar y más pequeños con sospecha de TDAH necesiten la evaluación de un especialista, tal como un psicólogo o psiquiatra, un logopeda o un pediatra especialista en desarrollo.

Otras afecciones que se parecen al TDAH

Son varias las afecciones o sus tratamientos que pueden causar signos y síntomas similares a los del TDAH. Por ejemplo:

  • Problemas del lenguaje o del aprendizaje
  • Trastornos del estado de ánimo como depresión o ansiedad
  • Otros trastornos psiquiátricos
  • Trastornos convulsivos
  • Problemas de la visión o de la audición
  • Síndrome de Tourette
  • Problemas médicos que pueden afectar el razonamiento o el comportamiento
  • Trastornos del sueño
  • Problemas de tiroides
  • Abuso de sustancias
  • Lesión cerebral

Tratamiento

Los tratamientos habituales para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad en los niños incluyen medicamentos, educación, capacitación y asesoramiento. Estos tratamientos pueden aliviar muchos de los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, pero no lo curan. Puede llevar algún tiempo determinar qué es lo que mejor funciona con tu hijo.

Medicamentos estimulantes

Actualmente, los medicamentos estimulantes (psicoestimulantes) son los que se recetan con mayor frecuencia para el TDAH. Los estimulantes parecen aumentar y equilibrar los niveles de sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores. Estos medicamentos ayudan a mejorar los signos y síntomas de falta de atención e hiperactividad, a veces, de manera eficaz en un período corto de tiempo.

Por ejemplo:

  • Anfetaminas. Estas incluyen dextroanfetamina (Dexedrine), dextroanfetamina-anfetamina (Adderall) y lisdexanfetamina (Vyvanse).
  • Metilfenidatos. Estos incluyen metilfenidato (Concerta, Metadate, Ritalin, otros) y dexmetilfenidato (Focalin).

Los medicamentos estimulantes están disponibles en formas de corta duración y de acción prolongada. Hay disponible un parche de acción prolongada de metilfenidato (Daytrana) que puede colocarse en la cadera.

La dosis correcta varía de un niño a otro, por lo cual puede llevar un tiempo encontrar la dosis correcta. Además, puede ser necesario ajustar la dosis si se producen efectos secundarios significativos o a medida que tu hijo crece. Pregúntale a tu médico acerca de los posibles efectos secundarios de los estimulantes.

Estimulates y problemas cardíacos

Si bien es poco frecuente, diversas muertes relacionadas con el corazón ocurrieron en niños y adolescentes que tomaban estimulantes. La posibilidad de mayor riesgo de sufrir muerte súbita aún no ha sido demostrada, pero si existe, se cree que se da en personas que ya tienen enfermedades cardíacas o un defecto cardíaco no diagnosticados.

El médico de tu hijo debe asegurarse de que tu hijo no tenga ningún signo de afección cardíaca y debería consultar acerca de los factores de riesgo familiares en cuanto a la enfermedad cardíaca antes de recetar un estimulante.

Otros medicamentos

Otros medicamentos que pueden ser eficaces para el tratamiento del TDAH incluyen los siguientes:

  • Atomoxetina (Strattera)
  • Antidepresivos como el bupropión (Wellbutrin, otros)
  • Guanfacina (Intuniv, Tenex)
  • Clonidina (Catapres, Kapvay)

La atomoxetina y los antidepresivos trabajan más lento que los estimulantes y pueden demorar varias semanas antes de que hagan efecto por completo. Estas pueden ser algunas buenas opciones si tu hijo no puede tomar estimulantes por problemas de salud o si los estimulantes causan efectos secundarios graves.

Pregúntale a tu médico acerca de los posibles efectos secundarios de los medicamentos.

Riesgo de suicidio

Si bien sigue sin comprobarse, se han despertado alarmas de que podría haber un ligero aumento del riesgo de pensamientos suicidas en niños y adolescentes que toman medicamentos no estimulantes para el TDAH o antidepresivos. Comunícate con el médico de tu hijo si notas signos de pensamientos suicidas u otros signos de depresión.

Cómo dar medicamentos de manera segura

Es muy importante asegurarte de que tu hijo tome la cantidad correcta del medicamento recetado. Los padres pueden tener inquietudes sobre los estimulantes y el riesgo de abuso y adicción. No se ha observado dependencia en niños que toman estos medicamentos por las razones adecuadas y en la dosis correcta.

Por otro lado, preocupa que otras personas puedan abusar o usar de manera indebida los medicamentos estimulantes recetados para niños y adolescentes con TDAH. Para mantener los medicamentos de tu hijo a salvo y asegurarte de que reciba la dosis correcta en el momento indicado:

  • Dale los medicamentos con cuidado. Los niños y adolescentes no deben estar a cargo de sus propios medicamentos para el TDAH sin supervisión adecuada.
  • En casa, mantén los medicamentos guardados bajo llave, en un recipiente a prueba de niños. Una sobredosis de medicamentos estimulantes es algo grave y potencialmente mortal.
  • No envíes los medicamentos a la escuela con tu hijo. Entrega en persona los medicamentos al personal de enfermería de la escuela o en la oficina de salud.

Terapia del comportamiento para el TDAH

Los niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se benefician de la terapia y el asesoramiento psicológico del comportamiento, que puede ser provisto por un psiquiatra, psicólogo, asistente social u otro profesional de cuidado de la salud mental. Algunos niños con TDAH también pueden tener otros trastornos tales como trastorno de ansiedad o depresión. En estos casos, la terapia psicológica puede ayudar tanto para el TDAH como para el otro problema coexistente.

Las terapias pueden ser, por ejemplo:

  • Terapia del comportamiento. Los maestros y los padres pueden aprender estrategias para modificar el comportamiento, tales como sistemas de recompensa con fichas y tiempos fuera, para manejar situaciones difíciles.
  • Psicoterapia. Esto permite a los niños de más edad con TDAH hablar sobre temas que los inquietan, explorar patrones de comportamiento negativos y aprender maneras de manejar sus síntomas.
  • Entrenamiento de habilidades para padres. Esto ayuda a los padres a desarrollar maneras de comprender y guiar el comportamiento de sus hijos.
  • Terapia familiar. La terapia familiar puede ayudar a los padres y hermanos a manejar el estrés de vivir con alguien que tiene TDAH.
  • Entrenamiento para las habilidades sociales. Esto puede ayudar a los niños a aprender comportamientos sociales adecuados.

Tratamiento continuo

Los mejores resultados se obtienen cuando se utiliza un enfoque de equipo, es decir, cuando los docentes, los padres, los terapeutas y los médicos trabajan en conjunto. Infórmate sobre el TDAH y luego trabaja junto con los docentes de tu hijo; recomiéndales fuentes confiables de información para apoyar sus esfuerzos en el aula.

Si tu hijo está recibiendo tratamiento para el TDAH, debe visitar al médico regularmente hasta que los síntomas hayan mejorado en gran medida; luego, deberá hacerlo cada tres o cuatro meses si los síntomas permanecen estables.

Comunícate con el médico si tu hijo presenta algún efecto secundario relacionado con los medicamentos, como pérdida del apetito, problemas para dormir o un aumento de la irritabilidad; también debes comunicarte con el médico en caso de que el TDAH de tu hijo no mejore demasiado con el tratamiento inicial.

Estilo de vida y remedios caseros

Debido a que el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es complejo y cada persona que lo padece es única, es difícil dar recomendaciones que funcionen para cada niño. Sin embargo, algunas de las siguientes sugerencias pueden ayudar a crear un ambiente donde tu hijo pueda lograr avances.

Niños en la casa

  • Demuéstrale a tu hijo mucho afecto. Los niños necesitan escuchar que los amamos y apreciamos. Concentrarse solo en los aspectos negativos del comportamiento de tu hijo puede dañar la relación y afectar la confianza y la autoestima. Si a tu hijo le cuesta aceptar señales verbales de afecto, puedes demostrar tu cariño con una sonrisa, una palmadita en el hombro o un abrazo. Busca comportamientos por los que puedas felicitar a tu hijo regularmente.
  • Tómate tiempo para disfrutar de tu hijo. Realiza un esfuerzo para aceptar y apreciar los aspectos de la personalidad de tu hijo que no son muy difíciles. Una de las mejores maneras de hacer esto es simplemente pasar tiempo juntos. Esto debería ser un momento a solas cuando no interfieran otros niños ni adultos. Intenta brindarle a tu hijo atención más positiva que negativa todos los días.
  • Encuentra maneras de mejorar la autoestima y una sensación de disciplina.Los niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad a menudo se desenvuelven bien en proyectos de arte y de música, clases de baile y de artes marciales, como karate o taekwondo. Sin embargo, no lo obligues a realizar actividades que superen su capacidad. Todos los niños tienen talentos e intereses especiales que se pueden fomentar. Los pequeños logros frecuentes ayudan a construir la autoestima.
  • Trabaja en la organización. Ayuda a tu hijo a organizarse y a mantener un cuaderno de tareas diarias y asegúrate de que tenga un lugar tranquilo para estudiar. Agrupa los objetos en la habitación de tu hijo y guárdalos en espacios claramente delimitados. Intenta ayudar a tu hijo a mantener su ambiente organizado y ordenado.
  • Usa palabras simples y realiza demostraciones cuando le des indicaciones a tu hijo. Háblale lentamente y en voz baja, y sé bien específico y concreto. Dale una indicación por vez. Detente y realiza contacto visual con tu hijo antes y mientras le das las indicaciones.
  • Intenta mantener un horario habitual para las comidas, las siestas y la hora de acostarse. Usa un calendario grande para marcar actividades especiales que se realizarán en los próximos días. Los niños que padecen el TDAH tienen dificultad para aceptar y adaptarse a los cambios. Evita o al menos adviértele a tu hijo sobre cambios repentinos de una actividad a otra.
  • Asegúrate de que tu hijo haya descansado. Intenta que tu hijo no esté agotado porque la fatiga a menudo empeora los síntomas del TDAH.
  • Identifica situaciones difíciles. Intenta evitar situaciones que sean difíciles para tu hijo, como tener que soportar presentaciones largas o hacer compras en centros comerciales y tiendas donde la variedad de mercancías puede ser abrumadora. Ayuda a tu hijo a aprender habilidades sociales mediante el reconocimiento o la recompensa de interacciones positivas con los compañeros.
  • Usa descansos o consecuencias adecuadas para lograr disciplina. Los descansos deben ser relativamente breves, pero lo suficientemente largos para que tu hijo recupere el control. También se supone que los niños acepten los resultados de las decisiones que toman. La idea es interrumpir y calmar el comportamiento fuera de control.
  • Sé paciente. Intenta permanecer paciente y relajado cuando te ocupas de tu hijo, incluso cuando está fuera de control. Si estás relajado, es probable que tu hijo copie ese comportamiento y también se relaje.
  • No pierdas de vista la verdadera dimensión de las cosas. Sé realista con respecto a tus expectativas para mejorar: tanto con las tuyas como con las de tu hijo. Mantén en mente el período de desarrollo de tu hijo.
  • Tómate un descanso. Si estás agotado y estresado, eres un padre mucho menos eficaz.

Niños en la escuela

  • Pregunta acerca de programas escolares. Se requiere legalmente que las escuelas tengan un programa para garantizar que los niños con discapacidades que interfieren en el aprendizaje obtengan el apoyo que necesitan. Tu hijo puede ser elegible para servicios adicionales que se ofrecen de acuerdo con leyes federales: La sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 o la Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA). Estos servicios pueden consistir en evaluación, modificaciones en el plan de estudios, cambios en la organización de la clase, técnicas de enseñanza modificadas, instrucciones sobre habilidades de estudio, uso de computadoras, y mayor colaboración entre padres y profesores.
  • Habla con los profesores de tu hijo. Mantén una comunicación cercana con los profesores y apoya sus esfuerzos para ayudar a tu hijo en la clase. Asegúrate de que los profesores supervisen detenidamente el trabajo de tu hijo, proporcionen información positiva y sean flexibles y pacientes. Pídeles que sean claros con las instrucciones y expectativas.

Medicina alternativa

Existen pocas investigaciones que indiquen que los tratamientos con medicinas alternativas puedan reducir los síntomas del TDAH. Antes de considerar cualquier intervención alternativa, consulta con tu médico para determinar si la terapia es segura. Algunos tratamientos con medicinas alternativas que se han probado, pero aún no están completamente demostrados desde el punto de vista científico, son las siguientes:

  • Yoga o meditación. Hacer rutinas de yoga o técnicas de relajación y meditación de manera regular puede ayudar a los niños a relajarse y aprender disciplina, lo cual puede ayudarlos a controlar los síntomas del TDAH.
  • Dietas especiales. La mayoría de las dietas para el TDAH incluyen la eliminación de alimentos pensados para aumentar la hiperactividad, como el azúcar, y los alérgenos frecuentes, como el trigo, la leche y los huevos. Algunas dietas recomiendan evitar colorantes y aditivos artificiales para alimentos. Hasta el momento, los estudios no encontraron una relación coherente entre la dieta y los síntomas mejorados del TDAH, aunque algunas evidencias de anécdotas sugieren que los cambios en la dieta podrían marcar la diferencia. No se recomienda el uso de cafeína como estimulante para niños que padecen el TDAH ya que puede tener efectos riesgosos.
  • Suplementos de vitaminas o minerales. Aunque determinadas vitaminas y ciertos minerales de alimentos son necesarios para tener una buena salud, no existe evidencia de que los suplementos de vitaminas o minerales puedan reducir los síntomas del TDAH. Las "megadosis" de vitaminas, dosis que superan las Recomendaciones dietéticas (RDA), pueden ser perjudiciales.
  • Suplementos de hierbas. No existen evidencias que sugieran que los remedios con hierbas ayuden al TDAH, y algunos pueden ser perjudiciales.
  • Especialidades farmacéuticas. Estos productos se hacen a partir de vitaminas, micronutrientes y otros ingredientes que se venden como posibles suplementos para el tratamiento de niños con TDAH. Se ha investigado poco o nada acerca de estos productos y se eximen de la supervisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos, lo que hace que posiblemente no sean eficaces o sean potencialmente perjudiciales.
  • Ácidos grasos esenciales. Estas grasas, que incluyen los ácidos grasos omega 3, son necesarias para que el cerebro funcione correctamente. Los investigadores aún evalúan si estos ácidos grasos pueden mejorar los síntomas del TDAH.
  • Entrenamiento de neurorretroalimentación. También denominado biorretroalimentación electroencefalográfica (EEG), en estas sesiones el niño se enfoca en determinadas tareas a la vez que se usa una máquina que muestra los patrones de las ondas cerebrales. El objetivo es aprender a mantener los patrones de las ondas cerebrales en la parte frontal del cerebro y mejorar los síntomas del TDAH. Se necesita más investigación para saber si esto funciona.
  • Haz ejercicio. Además de los beneficios para la salud, realizar ejercicios de manera regular puede tener un efecto positivo en el comportamiento de niños que padecen el TDAH cuando se agrega al tratamiento.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Cuidar de un niño con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) puede resultar un desafío para toda la familia. Los padres pueden sentirse dolidos por el comportamiento de su hijo y por la manera en que otras personas reaccionan a ese comportamiento. El estrés de enfrentar el TDAH puede provocar conflictos de pareja. Estos problemas pueden agravarse debido a la carga económica que el TDAH puede imponer en las familias.

Los hermanos de un niño con TDAH también pueden tener dificultades especiales. Pueden resultar afectados por un hermano o una hermana que es demandante o que se comporta de manera agresiva, y también pueden recibir menos atención porque el niño con TDAH requiere que los padres le dediquen mucho tiempo.

Recursos

Hay muchos recursos disponibles, tales como servicios sociales o grupos de apoyo. Los grupos de apoyo a menudo pueden proporcionar información útil sobre cómo sobrellevar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Pregúntale al médico de tu hijo si conoce algún grupo de apoyo en tu zona.

También hay libros y guías excelentes para padres y profesores, y sitios de Internet dedicados exclusivamente al TDAH. Pero ten cuidado con los sitios web y otros recursos que se centran en remedios riesgosos o no comprobados, o aquellos que discrepan con las recomendaciones del equipo de atención médica.

Técnicas para sobrellevar la situación

Muchos padres notan patrones en el comportamiento de su hijo así como en sus propias reacciones a ese comportamiento. Tú y tu hijo pueden necesitar un cambio de comportamiento. Pero reemplazar los hábitos viejos por nuevos implica un trabajo muy arduo. Es importante tener expectativas realistas. Fija objetivos pequeños para ti y para tu hijo y no trates de hacer muchos cambios al mismo tiempo.

Para ayudar a controlar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH):

  • Incorpora estructuras en la vida de tu hijo. Organiza las actividades para que la vida de tu hijo sea tan previsible, calma y estructurada como sea posible. Los niños con TDAH no responden bien al cambio. Las rutinas previsibles pueden hacerlos sentir seguros y ayudar a mejorar su comportamiento. Dale a tu hijo unos minutos de aviso, con una cuenta regresiva, cuando sea necesario cambiar de una actividad o ubicación a otra.
  • Mantén una disciplina positiva. Comienza con una disciplina estricta pero cariñosa, que premie el buen comportamiento y desaliente las acciones destructivas. Además, los niños con TDAH por lo general responden bien al refuerzo positivo, siempre que sea merecido. Premiar o reforzar un buen comportamiento nuevo puede alentar los buenos hábitos.
  • Mantén la calma y da un buen ejemplo. Actúa como quieras que actúe tu hijo. Trata de conservar la paciencia y el control, incluso cuando tu hijo está fuera de control. Si hablas en voz baja y con calma, es más probable que tu hijo se calme también. Aprender técnicas para el manejo del estrés puede ayudarte a lidiar con tus propias frustraciones.
  • Esfuérzate por mantener relaciones familiares saludables. La relación entre todos los integrantes de la familia tiene un papel importante en el manejo o en el cambio del comportamiento de un niño con TDAH. A las parejas con un vínculo fuerte a menudo les resulta más fácil enfrentar los desafíos de la paternidad, en comparación con las parejas cuyo vínculo no es tan sólido. Es importante que las parejas se den tiempo para cultivar su propia relación.
  • Date un respiro. Date un respiro de vez en cuando. No te sientas culpable de pasar algunas horas lejos de tu hijo. Sentirte descansado y relajado te ayudará ser mejor padre. No dudes en pedir ayuda a familiares y amigos. Asegúrate de que las niñeras y otros cuidadores estén informados sobre el TDAH y sean personas lo suficientemente maduras para ocuparse de tu hijo.

Preparación para la consulta

Probablemente lo primero que hagas es llevar a tu hijo a un médico de cabecera o pediatra. Según los resultados de la evaluación inicial, es posible que tu médico te derive a un especialista, tal como un pediatra especializado en desarrollo y comportamiento, un psicólogo, psiquiatra o neurólogo pediatra.

Qué puedes hacer

Cómo prepararte para la consulta de tu hijo:

  • Realiza una lista de todos los síntomas y todas las dificultades que tu hijo tiene en la casa o en la escuela.
  • Prepara información personal clave, incluso lo que le genera mayor estrés o cualquier cambio reciente en la vida.
  • Realiza una lista de todos los medicamentos, las vitaminas, las hierbas u otros suplementos que tu hijo toma, y las dosis.
  • Trae todas las evaluaciones y los resultados de análisis formales anteriores, si los tienes, y el boletín de calificaciones de la escuela.
  • Realiza una lista de preguntas para hacerle al médico de tu hijo.

Algunas preguntas básicas para hacer al médico incluyen las siguientes:

  • Aparte del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ¿cuáles son las causas posibles de los síntomas que tiene mi hijo?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesita mi hijo?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles y cuál me recomiendas?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugieres?
  • Mi hijo tiene otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlar mejor estas enfermedades de manera conjunta?
  • ¿Mi hijo debería consultar con un especialista?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica para el medicamento que le recetaste a mi hijo?
  • ¿Qué tipos de efectos secundarios suele ocasionar el medicamento?
  • ¿Hay materiales impresos que pueda consultar? ¿Qué sitios web me recomiendas?

No dudes en hacer preguntas en cualquier momento si no comprendes algo.

Qué esperar del médico

Tienes que estar preparado para responder las preguntas de tu médico, tales como:

  • ¿Cuándo notaste por primera vez los problemas de comportamiento de tu hijo?
  • ¿Los comportamientos problemáticos se producen todo el tiempo o solo en determinadas situaciones?
  • ¿Qué tan graves son las dificultades de tu hijo?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore el comportamiento de tu hijo?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore el comportamiento de tu hijo?
  • ¿Tu hijo consume cafeína? ¿Cuánta?
  • ¿Cuáles son los horarios y patrones de sueño de tu hijo?
  • ¿Cómo es el desempeño académico actual y pasado de tu hijo?
  • ¿Tu hijo lee en la casa? ¿Tiene problemas para leer?
  • ¿Qué métodos de disciplina has usado en casa? ¿Cuáles son eficaces?
  • Describe las personas que viven en tu casa y una rutina diaria típica.

Original acá

La conexión entre la ansiedad y el estrés por El equipo de Understood

¿Su hijo está recibiendo la dosis correcta de medicamento? por Caroline Miller

Cuando un niño es mucho más que quisquilloso para comer por Rachel Ehmke

El TDAH y las emociones: Lo que necesita saber por Thomas E. Brown

La interocepción y las dificultades del procesamiento sensorial: Lo que necesita saber por Amanda Morin

¿Cuáles son los síntomas de depresión en los adolescentes?  por Ron J. Steingard, MD

Cuándo debería preocuparle la ansiedad de su hijo por Rachel Ehmke

Los errores de diagnóstico más comunes en niños by Linda Spiro, PsyD

Señales de trauma en los niños por Child Mind Institute

12 consejos para criar niños seguros de sí mismos por Child Mind Institute

Tratornos del Espectro Autista: Síndrome de Asperger y su Repercusión en el Rendimiento Académico por Juan Carlos Calderón Reza, Lilian Reza Suárez, Gabriel Lamingo Soriano, María Loaiza Matos y Mayra Neira Vera

Cómo evitar pasarle ansiedad a sus niños por Brigit Katz

Tres características que definen el TDAH y todos pasan por alto Escrito por William Dodson, M.D. Traducido por la Dra. Elena Díaz de Guereñu

Ayudar a su hijo a manejar el enojo y la frustración por Kate Kelly

¿Por qué tienen los niños problemas con las transiciones? por Katherine Martinelli